Resumen

Al hablar de conflictos partimos de la idea básica de que estos no son negativos ni positivos, sino procesos naturales fruto de intereses contrapuestos e incompatibilidades que pueden ser interpersonales, intergrupales, nacionales o internacionales. Es natural que estemos en desacuerdo con otras personas (padres, compañeros, vecinos, gobiernos, etc.) porque tengamos intereses o puntos de vista contrarios; y esto, lógicamente, puede generar conflictos. Lo que puede ser positivo o negativo es la forma en que nos enfrentamos a estos conflictos. Será negativa, si intentamos imponer nuestras ideas o intereses mediante la fuerza, lo que puede causar daños, destruir a la otra parte, o incluso a nosotros mismos. En cambio, será positiva si los resolvemos mediante el diálogo y la negociación con la otra parte. Las sociedades y las personas evolucionan con este tipo de conflictos, lo que contribuye a construir la paz.